HOMBRE
Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte,
al borde del abismo, estoy clamando
a Dios. Y su silencio, retumbando,
ahoga mi voz en el vacío inerte.
Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte
despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando
solo. Arañando sombras para verte.
Alzo la mano, y tú me la cercenas.
Abro los ojos: me los sajas vivos.
Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas.
Esto es ser hombre: horror a manos llenas.
Ser —y no ser— eternos, fugitivos.
¡Ángel con grandes alas de cadenas!
§
Nel corpo a corpo, con la morte lotto,
e chiamo Dio sull’orlo dell’abisso.
Quel suo silenzio è denso di boato
che soffoca la voce nel vuoto inerte, fisso.
Dio, se devo morire, la mia voglia
è che – di notte in notte – tu sia desto
udendo la mia voce alla tua soglia,
clamante graffio all’ombra e buio pesto.
La mano innalzo, mentre la incateni.
Gli occhi sbarro, sacrifici vivi.
Ho sete ed ogni spiaggia è presto sale.
L’umano, con l’orrore a piene mani.
Essere – e non essere – eterni, fuggitivi.
Ancora angeli con ali di catene.
BLAS DE OTERO