NIÑOS DE CIUDAD GRANDE
Estos niños sin campo nacen tristes
y crecen defraudados.
No han visto la baba del buey,
ni olido el pasto
al beso de la aurora.
Creen que la leche nace
De atas roturadas,
y no han bebido el rocìo
del cáliz de las rosas.
Los caballos no dejan en su oìdo
Esas pisadas de sonar redondo
Que nunca mueren
Aunque todo el Ayer se haga de olvidos.
Las piedras rústicas
No tuvieron contacto con sus manos,
y el ruiseñor se calla entre las hojas
pintadas de los libros,
sin la flecha tremante de su vuelo
y el musical milagro de su canto.
Jamás umedecieron
Sus pies en el arroyo:
sus pies aprisionados
que no saben de yerba ni de polvo.
Comen la fruta
Comprada en el mercado:
sin la gloria
del deseo en el árbol.
Nunca han visto nacer las hojas tiernas,
ni amanecer el sol entre la bruma.
Visión sin horizonte es la que siempre
Les cierra el paso.
Irrevocablemente tristes
Estos niños sin cielos y sin campo…
§
Questi bambini senza campagna nascono tristi.
Non hanno visto la bava del bue,
non han sentito l’odore dell’erba
al bacio dell’aurora.
Credono che il latte nasca
da barattoli coltivati.
Non hanno bevuto la rugiada dal calice delle rose.
I cavalli non han lasciato nel loro orecchio.
lo scalpiccìo dal suono rotondo
che mai non muore.
Le rozze pietre
non entrarono in contatto con le loro mani,
e l’usignolo tace tra le foglIe
dIpinte del libri.
Non hanno mai bagnato
i piedi nel ruscello,
i piedi prigionieri
che non conoscono l’erba né la polvere.
Mangiano la frutta
comprata sul mercato
senza la gioia
del desiderio sull’albero.
Mai hanno visto nascere le foglie tenere,
né il sole spuntare tra la bruma.
Un panorama senza orizzonte
gli serra il passo, sempre.
Irrimediabilmente tristi,
questi bambini senza cielo e senza campo.
JOSÉ AUGUSTIN BALSEIRO