L’anima

EL ALMA

Es la lluvia miradas de ángeles gloriosos,
acordes de cristales.
Y sobre todo esto:
la alegría de estar no junto,
ni sobre, ni tampoco dentro,
sino en ella.
Contundidos los dos,
más que fundidos.
Hechos ya un solo cuerpo,
un alma sola
que se besa a sí misma
por los espacios blancos,
olvidada del mundo.

§

La pioggia è sguardi d’angeli in gloria,
accordi di cristalli.
E su tutto questo:
l’allegria di stare non accanto,
né sopra e neppure dentro,
ma in Lei.
Confusi entrambi,
più che fusi.
Diventati ormai un solo corpo,
un’anima sola
che bacia se stessa
negli spazi bianchi,
dimentica del mondo.

MANUEL ALTOLAGUIRRE

Sul mare

SOBRE EL MAR

No puedo saber las horas
que llevo lejos de ti.

Un sol insistente impide
que el tiempo pase. No llega
la noche nunca. Yo vuelo
bajo una luz que es la muerte,
luz que ronda el mundo tuyo;
luz que si yo no corriera,
tanto como el astro corre,
fuera para mí la aurora.

Dichosa tú, que no tienes
luz constante, tú que gozas
en el alma noche y día.

No sabes lo que es perderse
iluminado e insomne
por el espacio, entre nubes,
sin ser ángel, sin ser ángel.

§

Non posso sapere le ore
che accumulo lungi da te.

Un sole implacabile vieta
che il tempo passi. Non arriva
la notte mai. Io volo
sotto una luce ch’é morte,
luce che accerchia il tuo mondo;
luce che, s’io non corressi
la corsa dell’astro,
sarebbe per me l’aurora.

Felice te, che non hai
luce costante, che godi
notte e giorno nell’anima.

Non sai che cosa é smarrirsi
illuminato e insonne
nello spazio, tra nubi,
senza essere angelo, senza essere angelo.

MANUEL ALTOLAGUIRRE

Le tue parole

TUS PALABRAS

Apoyada en mi hombro
eres mi ala derecha.
Como si desplegaras
tus suaves plumas negras,
tus palabras a un cielo
blanquísimo me elevan.

Exaltación. Silencio.
Sentado estoy a mi mesa,
sangrándome la espalda,
doliéndome tu ausencia.

§

Appoggiata alla mia spalla

sei la mia ala destra.

Come se tu spiegassi

le tue tenere nere penne,

m’innalzan le tue parole

a un candidissimo cielo.

Esultanza. Silenzio.

Seduto ora al mio tavolo,

mi sanguina la spalla,

la tua assenza mi duole.

.

MANUEL ALTOLAGUIRRE