Esta tarde releo mis palabras
para ultimar su acento y ofrecerlas
a un oscuro editor. Y al repasar
sus sílabas exactas y traidoras
me tienta el desaliento y la pereza.
¿Dónde ocultan la vida que guardé
en su desván de sombras, dónde esconden
esa pasión que me obligó a trazarlas?
No hallo en ellas respuesta, y en su espejo
sólo descubro el rostro de un extraño.
No hay luz en mis palabras, y a mis ojos
carecen de belleza. ¿Por qué entonces
obstinarse en su engaño, y para qué
ofrecerlas ahora a los demás?
¿Quizá con la esperanza
de ese lector futuro que imaginó Cernuda?
Es hermoso su sueño, y el poema
es también muy hermoso, pero yo me pregunto,
descreído, si puede mi lectura,
con su fervor de hoy,
entregarle a aquel hombre una dicha
que escribió no sentir; si yo mereceré
ese incierto lector; y de qué extraña forma
los versos y la vida que sentimos frustrados
sabrán cumplirse un día en los ojos de otros.
§
Questa sera rileggo le mie parole
per rifinire il loro tono e offrirle
a un oscuro editore. E rivedendo
le loro sillabe esatte e traditrici
mi tentano lo sconforto e l’accidia.
Dove nascondono la vita che serbavo
nel loro solaio di ombre, dove celano
la passione che mi obbligò a tracciarle?
Non trovo risposta, e nel loro specchio
scopro soltanto il volto di uno sconosciuto.
Non c’è luce nelle mie parole, ai miei occhi
mancano di bellezza. Perché allora
persistere nella loro illusione, e perché
offrirle ora agli altri?
Forse nella speranza
del lettore futuro che immaginò Cernuda?
È bello il suo sogno, e la poesia
è molto bella, ma io mi domando,
disilluso, se può la mia lettura,
con il suo fervore odierno,
dare a quell’uomo la felicità
che scrisse di non provare; se meriterò
questo incerto lettore; e in che strana maniera
i versi e la vita che sentiamo frustrati
sapranno compiersi un giorno negli occhi di un altro.
VICENTE GALLEGO